El óptimo estado de un edificio es esencial para asegurar que los elementos fundamentales se encuentran en el mejor de los estados, manteniendo así, la máxima seguridad para el tránsito de personas y, en última instancia, para su habitabilidad. Aunque en esta época del año tenemos que prestar especial atención a su cuidado debido a los efectos climatológicos, es importante que durante todo el año se establezcan los trabajos y tareas esenciales para ello. Así, uno de los puntos más básicos es la impermeabilización de fachadas exteriores. A continuación, ahondaremos mucho más en este ámbito de los trabajos verticales, su importancia, beneficios y fechas más adecuadas para su realización.
Por qué es importante la impermeabilización de fachadas
Las impermeabilización de fachadas exteriores es fundamental en cualquier inmueble o vivienda. Desde un punto de vista estructural, la fachada constituye una de las partes más expuestas a las condiciones o agentes externos. Lluvia, viento, demasiado sol…Todo ello, puede incidir de manera negativa y causar problemas como humedades, grietas, etc.
Una buena impermeabilización puede llegar a ser la mejor defensa real contra problemas como las filtraciones de agua, humedades o grietas; entre otros aspectos. En otras palabras, funciona como un repelente de agua que evita problemas mayores y reduce riesgos de sufrir daños estructurales en una fachada. Por ejemplo, la aparición de manchas de humedad y moho en las paredes.
¿Cuándo es recomendable realizar trabajos de impermeabilización de fachadas exteriores?
Independientemente del tipo de material empleado en la construcción de un determinado edificio o inmueble, la impermeabilización de la fachada exterior puede realizarse con total éxito, garantizando el mejor de los resultados. Existen diferentes tipos de capas de impermeabilización que pueden adaptarse completamente al material de cualquier fachada y que aseguran una adecuada protección.
En cualquier caso, los trabajos de impermeabilización de fachadas si bien podrían realizarse en cualquier fecha del año, recomendamos que se pongan en marcha de manera previa a la llegada de las estaciones más frías del año. Por ejemplo, primavera es una época muy óptima para su realización. De esta forma, la impermeabilización nos permitirá proteger el inmueble frente al intenso sol de verano y las lluvias de otoño e invierno.
Beneficios de impermeabilizar fachadas exteriores
Además de ayudarnos a reducir las posibilidades de sufrir filtraciones de agua, la impermeabilización de fachadas supone grandes ventajas. Entre ellas:
Revaloriza el inmueble
Si estás pensando en vender o simplemente crees que es una posibilidad a futuro, podrás obtener un mayor beneficio si la fachada está impermeabilizada.
Además, conseguimos mejorar el aislamiento térmico, lo que contribuye a aumentar la eficiencia energética del edificio o vivienda.
Reduce accidentes
Por si no has caído en ello, a través de las paredes normalmente discurre el tendido eléctrico del edificio y su protección, es fundamental para que no ocurran problemas que pueden llegar a afectar directamente a la seguridad de las personas. Evitando las filtraciones, reducimos mucho el riesgo de que ocurran fallos eléctricos.
Evita que se dañe la pintura
Otra de las consecuencias de la falta de impermeabilización de una fachada es que, el hecho de que se produzcan filtraciones o humedades puede provocar que la pintura se abulte e incluso, que se produzca un desprendimiento. No hablamos de un simple problema estético (que también lo es) ya que existe la posibilidad de que se produzca un accidente con posibles víctimas personales. Por tanto, impermeabilizar la fachada reducirá altamente el riesgo de que situaciones de este tipo ocurran.