Dentro de los considerados trabajos verticales, podemos encontrar una amplia tipología de tareas y actividades a desempeñar. Pero todas ellas tienen en común algunos puntos: son realizadas a diferentes alturas con respecto al suelo y conllevan el uso de equipamiento especial de seguridad y protección frente a posibles caídas. Centrándonos en uno de los trabajos más habituales dentro de nuestro sector y entre los más demandados, nos encontramos con las reparaciones en altura. Entendiendo como tales, todos aquellos proyectos que tienen la finalidad de subsanar cualquier posible avería, corregir desviaciones o problemas surgidos por el paso del tiempo o las condiciones climatológicas; así como arreglar o mejorar cualquier elemento externo o interno que se encuentre en mal estado. Siempre, teniendo en cuenta la particularidad que hemos mencionado al inicio de este punto. Por tanto y, ante este escenario, se hace necesario definir una serie de aspectos y recomendaciones que conformen un manual de buenas prácticas en la realización de reparaciones en altura y que se enfoquen en la consecución final de un resultado óptimo.
Una labor solo apta para profesionales
Antes de adentrarnos en el apartado específico de buenas prácticas, queremos destacar de manera importante la necesidad de que las reparaciones en altura sean realizadas por profesionales especialistas en este campo de actuación. Existe la creencia errónea de que, en muchos casos, nosotros mismos o incluso nuestros familiares pueden resolvernos algún que otro problema en casa o en nuestro edificio. Mucho más, cuando la tarea parece a priori sencilla. Pero hay que tener en cuenta el factor altura dentro de la ecuación y hay que recordar que este tipo de trabajos requieren formación específica en la materia y conocimientos avanzados de las técnicas a emplear durante la resolución de la incidencia.
Tipos de reparaciones en altura más frecuentes
Entre las reparaciones en altura más habituales en fachadas y edificios, encontramos: correcciones de grietas o fisuras, desconchados, defectos o fallos de sellado, reparaciones de balcones, cornisas o cubiertas, sustitución de bajantes o mejoras de salideros y terminaciones. Todas ellas, son reparaciones que pueden ser solventadas con una intervención localizada y concreta, sin molestias para propietarios y peatones. Y, en muchas ocasiones, empleando técnicas de escalada y sin necesidad de implementar andamios. Aunque esto último, dependerá de la complejidad del trabajo a realizar.
Consejos y buenas prácticas en reparaciones en altura
Se exponen a continuación, algunas de las principales recomendaciones para la puesta en marcha de labores destinadas a la reparación en altura.
1. Revisiones periódicas y asiduas
En primer lugar, conviene resaltar la necesidad de revisar con frecuencia cubiertas, fachadas, azoteas o cualquier otro elemento externo o interno que pueda verse afectado por las condiciones climatológicas o estar expuesto a continuas injerencias. La revisión nos ayudará a detectar posibles daños o desperfectos y, sobre todo, prevenir problemas mayores.
2. Contar con equipos de trabajo certificados y en buen estado
Comprobar el estado del equipo que se va a utilizar para la reparación es vital. Debe encontrarse en perfectas condiciones, tras haberse realizado una tarea exhaustiva de revisión. Además, siempre se debe tener en cuenta que los equipos deben disponer de una adecuada homologación y cumplir con los requerimientos establecidos por la normativa en trabajos en altura.
3. Materiales adecuados
Por supuesto, los materiales que se utilicen en las fachadas o lugares de altura (revestimientos, aislamientos…) debe ser seleccionados con sumo cuidado y detalle, atendiendo al uso que se harán de ellos. Especialmente si van a formar parte de elementos que se encuentran expuestos de forma activa.
4. Sistemas de protección
Tanto para los especialistas que intervendrán en la reparación, como con objeto de proteger el resto de la fachada del edificio y a las propias personas residentes, se deben implementar sistemas destinados a la protección. Como pueden ser los sistemas anticaídas y de sujeción o la instalación de redes de seguridad.
5. Delimitación y aseguramiento de la zona de trabajo
En caso de ser necesaria la puesta en marcha de trabajos de reparación en altura, aunque no necesitemos implementar andamios o escaleras, tenemos que incluir elementos que informen a las personas sobre la realización de estas tareas y definir correctamente el área en el que se está trabajando, evitando posibles intervenciones ajenas a las labores realizadas y que puedan suponer algún riesgo o problema.
En Técnika siempre trabajamos con el mejor equipo y los mejores materiales, para asegurar que las reparaciones en altura que realizamos sean efectivas y duraderas. Para cualquier duda sobre nuestros servicios, puedes escribirnos a nuestra sección de contacto.